PRIMER VISTAZO: "El Señor de los Cielos" (T6) (Telemundo y Argos, 2018)

Volvió. Aurelio Casillas está de regreso desde el pasado día 8, en el que Telemundo estrenó la sexta temporada de El Señor de los Cielos:

Este no es un estreno al uso para cualquiera que siga la historia de Aurelio y mucho menos para mí, que hace menos de dos meses que terminé la quinta temporada. No es ni tan siquiera un estreno. El primer capítulo de la sexta temporada es una continuación del último de la quinta. Casi con total seguridad me atrevo a decir que fue rodado a continuación de aquel que se emitió como último capítulo de la quinta, aprovechando, como es lógico, todo el despliegue de medios que ya tenían montado.

La historia retoma el eje argumental interrumpido al final de la quinta temporada, con Aurelio (Rafael Amaya) como cazador a punto de ser cazado por los hombres de El Cabo (Robinson Díaz), quien fuera su socio y después se convirtiera en su enemigo.
El Cabo volvió para rematar la quinta temporada y promete ser una personaje clave en esta sexta tanda, movido por sus ansias de venganza, una venganza que lleva veinte años planeando, desde que Aurelio le mató a su único hijo a comienzos de la segunda temporada. El Cabo es un personaje que no me disgusta,  un villano con un toque ácido que en la primera temporada fue de menos a más y que para mi gusto desapareció en su mejor momento, como os decía, al poco de comenzar la segunda temporada.

Sin dejar el plano argumental, Aurelio va a tener que lidiar en esta sexta entrega con el hecho de aparecer en televisión y confesar a los mexicanos que sigue vivo. El capo “al que todos creyeron por muerto”, como rezaba alguna de las canciones de la telenovela, está vivo y todo el mundo lo sabrá. Va a ser muy interesante ver si esta circunstancia juega a favor o en contra de Aurelio.


Por lo demás, nada nuevo, al menos en este primer capítulo, en el que hay unos cuantos tiroteos, un par de bazucazos –uno con drásticas consecuencias-, persecuciones, una caída por una cascada y acción por donde se quiera que se mire, que es algo que caracteriza a esta historia. 


Hay quienes critican el hecho de que en esta telenovela haya escenas de sexo. No me parece mal siempre que abran alguna posibilidad narrativa, tal y como parece que ocurrirá con el tórrido beso entre el presidente Terán (Jesús Moré) y su amigo Jaime (Alan Smith). Una escena que no debería escandalizar en los tiempos que corren, aunque no ha sido así. Me maravilla la capacidad que tiene esta telenovela para escandalizar y generar noticias y polémicas donde no debería haberlas.
No quiero extenderme mucho en este comentario, porque espero ver esta sexta temporada a lo largo del año. Solo voy a dejar apuntadas un par de cosas que desarrollaré, llegado el momento, en su crítica. La primera, tengo curiosidad por ver a Guy Ecker, Francisco Gattorno y Carlos Bardem, tres de las principales novedades en el elenco, pero tengo todavía más curiosidad por ver en acción a Alberto Guerra, que llega para interpretar a El Chema, el personaje al que hasta hace poco daba vida Mauricio Ochmann. Quiero ver, además, cómo justificarán que ni Plutarco Hazas ni Wendy de los Cobos siguen en esta temporada. La segunda, espero que la canción de entrada, que lleva por título El fugitivo, sea de esas canciones que conforme las vas oyendo te van gustando, porque solo la he escuchado una vez y no me ha gustado nada –la entrada, tampoco, dicho sea de paso-:

La voz de Marco Flores queda bien para baladas y similares, pero no para narcocorridos como el que se supone que es este.
Disfrutad de esta sexta temporada –que parece que no será la última- aquellos que ya la estéis viendo. Os espero para comentarla en unos meses.

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